Cuajada casera

cuajada primera_MG_1515 cuajada_MG_1579 Ya tocaba un postre fácil, de tan fácil que es no es ni receta, pero siempre hay que tener unas cuantas cosas en cuenta para que nos salga bien.

A MARCOS le encanta la cuajada, muchísimo más que los yogures, aunque intento alternarlos para que también los tome, siempre la prefiere.

He seguido los consejos y la receta de mi enciclopedia preferida de la cocina: Laura del blog O´food (aunque he preferido calentar la leche desde el inicio).

La receta original es con leche cruda de cabra, como no es nada fácil de encontrar usaremos leche pasteurizada (fresca) pero nunca UHT. El proceso por el que pasa la leche para la ultrapasteurización (UHT) es muy agresivo y no deja los nutrientes necesarios (calcio) para que el cuajo actúe. Laura propone poner un poco de cloruro cálcico en el caso que el cuajo no termine de actuar en nuestra leche pasteurizada.

He optado por la de cabra porque con las leches pasteurizadas de vaca no consigo que cuajen bien.

Para 7 recipientes de unos 140 ml.

INGREDIENTES:

1 litro de leche de cabra fresca pasteurizada (no puede ser UHT, recuerda!)
dos gotas de cuajo animal por recipiente (de venta en farmacias)

Precalentamos nuestro horno a la mínima temperatura que podamos. Cuando metamos los recipientes debe tener unos 40º. Ponemos a calentar la leche en un cazo y calentamos hasta los 40º que es la temperatura a la que el cuajo actúa. En cada recipiente ponemos dos gotas de cuajo y con la leche a la temperatura correcta rellenamos casi hasta el borde. Metemos en el horno apagado y dejamos unos 45-60 minutos.

Pasado el tiempo, sacamos del horno y ponemos un film transparente para taparlos. Llevamos a la nevera. Tomaremos fresquita con miel o como más le gusta a MARCOS, con granola casera.

Pues llegó el día del electroencefalograma. El lunes estábamos a primera hora en la Paz para la prueba y el miércoles teníamos cita en la consulta. El Dr. Pascual es nuestro neurólogo de cabecera y el especialista en inyectar la toxina botulínica, dos especialidades independientes y a decir verdad la consulta del miércoles era la revisión del botox por la sialorrea (exceso de babeo) pero claro… no mi iban a dar otra teniendo ya una!. Total, que le volvió a inyectar la toxina porque ha vuelto a aumentar la babilla un poco desde octubre pasado y al terminar me daba cita para revisar en dos meses la infiltración y adiós muy buenas. Le tuve que explicar que el lunes le hicieron un electro y que estaba pendiente el resultado; esta claro que no estaba al tanto de nada. Se fue a mirarlo en el ordenador en menos de un minuto y me dijo que todo era normal. Chim pum. Yo le volví a insistir y a explicar la causa de ese electro. Como no recordaba nada y le sonaba todo a nuevo me despachó dándome una nueva cita en un mes y con los deberes de grabar a MARCOS en esas circunstancias. La verdad que tenía un pequeño video en el que se veía un pequeño episodio, pero ya estaba molesta por todo lo ocurrido, llamé a mi marido y tras meditarlo me dirigí a atención al paciente para preguntar si podía hacer un cambio de medico en esas circunstancias y cual era el procedimiento. Respecto al botox es una eminencia, como neurólogo no me gusta como nos ha tratado, es la salud de mi hijo y tengo derecho a la libre elección de médico. Lo hemos tenido poco tiempo porque nos lo asignaron cuando nuestro neurólogo, el que diagnosticó a MARCOS con pocos meses, el Dr. Arcas, se jubiló. La verdad que era un encanto, hasta le echo de menos. En un mes me presentaré en consulta para que me haga el cambio de médico y luego pasaré por atención al paciente para que lo tramiten, ese es el procedimiento y así haré.