
Pues claro, torrijas, estamos casi en semana santa y es lo típico. MARCOS se las come hasta para desayunar y eso para mi es como un regalo porque desde hace bastante tiempo, no consigo que tome nada que no sean líquidos para el desayuno. Parece tener el estomago cerrado todas las mañanas y le desagradan todos los olores.
Le preparo zumos y batidos naturales, leche con cacao (de los que tienen cereales integrados) y poco más, esa es su dieta mañanera.
Esta es mi receta, la aprendí con mi madre pero ella las hace con almíbar y todo a «ojo». Yo las adapte al gusto de Tito, vamos como las hace su abuela…….. bueno eso intento aunque tengo claro que nunca me saldrán igual, son insuperables!!! 🙂
Para unas 12-14 torrijas
INGREDIENTES:
- 1 Barra de pan para torrijas ( yo prefiero que sea del día y las dejo secar unas horas. Puedes hacerlo con pan del día anterior)
- 1 litro de leche entera
- 150 gr. de azúcar
- cascara de limón, naranja… Al gusto
- 1 palo de canela
- 3 huevos
- aceite para freír (oliva suave)
- para rebozar: la mezcla de 6 cucharadas de azúcar y 2 cucharadas de canela en polvo.
Lo primero es dejar secar un poco el pan en rebanadas durante al menos 3 horas. Yo uso pan para torrijas del día, por lo que está un poco blando para hacerlas, así que las corto con un grosor de 2-3 cm y las dejo en una cesta al aire para que se sequen un poco. Si lo haces con pan del día anterior te saltas este paso, pero esas necesitan más remojado en leche para que estén jugosas y no tengan partes secas tras la fritura.
En un cazo ponemos la leche con el azúcar, las peladuras de cítricos (1 o 2 trocitos) y el palo de canela partido en dos. Llevamos a hervir unos 5 minutos a fuego medio. Dejamos que temple la mezcla. Yo lo hago en el momento de cortar el pan y así en el momento de utilizar habrá infusionado bien y tendrá todos los sabores .
Pasado el tiempo calentamos un poco la leche, yo la caliento a unos 50°, de esa forma es más fácil que el pan absorba el líquido, no te pases porque si no, no podrás manejar las torrijas!. Colocamos las rebanadas en una bandeja un poco profunda y las bañamos con la leche aromatizada unos segundos, les damos la vuelta, dejamos otros segundos y las escurrimos de la leche con las manos un poco antes de dejar reposar un par de minutos en un plato seco. Ponemos una sartén con el aceite y calentamos. Batimos dos de los huevos y con mucho mimo cogemos cada trozo de pan, asegurándose de que no rebosa leche y las pasamos por el huevo. Este paso es muy importante, el secreto de que luego estén bien jugosas es que no resumen leche y cojan bien el huevo batido. Una buena señal es que el plato con el huevo batido no aumente de tamaño, al contrario, se debe de agotar pues no le habremos añadido leche.
Freímos en el aceite muy caliente y cuando se doren por ambos lados, sacamos y reservamos en un plato. Por último rebozamos con la mezcla de azúcar y canela.
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La sonrisa de MARCOS. Es perpetua e inalterable. Siempre la lleva puesta, nunca la deja en casa. En cualquier momento y en cualquier situación, acompañada de carcajadas contagiosas. Cada vez que me mira me la regala, aunque solo haga un segundo que le he retirado la mirada. Por las noches cuando le acuesto se queda en la cama sonriendo y siguiéndome con sus bonitos y expresivos ojos hasta que cierro la puerta y por la mañana cuando le levanto me hace una «fiesta». A veces también resulta un poco irritante porque no le deja concentrarse ni colaborar, pero si te paras y lo piensas ¿no es el sueño de todo padre o madre? ¿no os gustaría que cada momento de la vida de vuestros hijos os sonrieran y dijeran con la mirada lo mucho que te quieren? Su discapacidad queda en un segundo plano…..
Nice post thanks for sharring
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Thank you very much for your words!
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